1917. La gente ya había tenido bastante con la guerra. Detrás del escenario de la contienda, las revueltas se desarrollaban, como la que depuso al zar de Rusia. En el frente, los soldados empezaban a amotinarse como en Chemin des Dames en Francia. Los submarinos alemanes que atacaban en el Atlántico finalmente empujaron a Norteamérica a la guerra

Todo parecía perdido para los aliados. Los italianos eran derrotados en Caporette, y una Rusia bolchevique se retiraba de la guerra. Pero los refuerzos norteamericanos fueron decisivos, y los aliados emergieron victoriosos. Pero no fueron capaces de negociar un tratado de paz honorable, y el Tratado de Versalles se tornaría desastroso 20 años después

¿Fabricas tu suerte o la suerte te fabrica a ti? Algunos científicos creen que la suerte es estrictamente una cuetión estadística y de probabilidades. Pero otros creen que fuerzas ocultas actúan y que el azar está impreso en cada partícula del universo. Nos encontraremos con la suerte, buena o mala, en los casinos, deportes, juzgados, laboratorios genéticos y el mundo subatómico. ¿Cuánto pesa la lotería genética en tu destino? ¿Son los golpes de suerte o las desgracias engaños mentales? Este viaje científico revisará nuestra comprensión de las leyes de la naturaleza y el comportamiento del cerebro.

¿Llega la riqueza sólo por estar en el momento adecuado, en el lugar adecuado? ¿Son los pobres víctimas de un sistema diseñado para mantenerlos abajo? ¿O determinan la biología y la física quién es rico y quién es pobre? A través de la historia, la distibución de la riqueza está gobernada por fuerzas ocultas: el ADN, el estrés ambiental, los patrones de migración humana e incluso ¡las leyes de la termodinámica! La Naturaleza parece demandar ganadores y perdedores. ¿Pero esto significa que la avaricia es la reina y que el rico puede coger lo que quiera? ¿O es la cooperación entre organismos más esencial para la supervivencia de una especie?

Podría haber una especie por descubrir en la Tierra diferente a todo lo que conocemos. ¡El Océano mismo! Su cuerpo se alarga miles de kilómetros. Su corazón late con un pulso cada mil años. Podría tener incluso un sistema inmune. Los residentes del océano podrían colectivamente formar un super-organismo. Un reciente hallazgo sugiere que el océano es un ser viviente capaz de pensar. Si esto es así, ¿qué pensará de nosotros?