El cerebro es como una esponja. Absorbe información constantemente. Crece cuando se estimula. Con los teléfonos móviles, libros, películas, amigos, familia, miles de sensaciones fluyen constantemente en nuestras cabezas. ¿Y si nos desconectáramos de todo? Imagínate encerrado en una habitación de 3 metros cuadrados en completo aislamiento. Sin relojes, teléfonos, libros, nada para escribir y sin ventanas. Los psicólogos dicen que estar menos de tres días en un cuarto como este puede producir daño cerebral. Permaneceré en esta habitación por tres días. Michael explora los efectos del aislamiento en la mente humana sometiéndose a sí mismo a un experimento muy interesante.
Nuestra relación con la destrucción no es sencilla. Puede liberar endorfinas y relajar la mente. Puede ayudarnos a regular las reacciones emocionales, pero puede amplificar nuestro enfado. ¿Puede calmarnos el romper violentamente cosas? ¿O simplemente volvernos más agresivos? Descúbrelo con Michael Stevens investigando sobre nuestro impulso para destruir.
Todo el mundo quiere ser capaz de elegir pero, ¿quién hace realmente esas elecciones? ¿Y queremos realmente tener más opciones? Michael Stevens lo investigará mientras explora nuestra capacidad de decidir.
En lo que respecta a las ilusiones, las ilusiones ópticas se llevan el protagonismo. Pero todo el cuerpo puede ser engañado, y así ser engañado el cerebro. ¿Que es palpar? ¿Es real o solo está en nuestras cabezas? Michael Stevens intentará averiguarlo.
En el tercer episodio de la serie, Morgan Freeman examina el concepto de Dios de las diferentes confesiones. Descubre que el monoteísmo empezó en Egipto e Israel y permite a un neurocientífico que examine su propio cerebro.
Michael explora los efectos del aislamiento en la mente humana sometiéndose a sí mismo a un experimento muy interesante.