La crónica de una de las operaciones militares con más resonancia, la caza de Osama Bin Laden, conocida con el nombre clave de 'Operación Gerónimo'. Los Navy Seals, un grupo de fuerzas especiales norteamericano, entraron en Pakistán sin avisar a sus autoridades para capturar al hombre más buscado del mundo.

El profesor Jim Al-Khalili se propone descubrir si la energía nuclear es segura. Comienza en Japón, en la antigua planta nuclear de Fukushima, donde se encuentra con algunas de las decenas de miles de personas que han sido evacuadas de la zona de exclusión. Viaja luego a un pueblo abandonado a las afueras de la zona para presenciar una operación de limpieza nuclear. Jim se basa en los hallazgos científicos más recientes de Japón y de la anterior explosión de Chernobyl para entender el peligro que representa la radiación liberada y lo que significa para nuestra confianza en la energía nuclear.

Las Tropas norteamericanas despliegan operaciones amplias de 'buscar y destruir'. El número de bajas y no el territorio va a ser la medida del éxito en la guerra de Vietnam. El testigo directo Charles Brown nos contará su lucha por la supervivencia en la sangrienta batalla por la Colina 875. En casa, el público norteamericano empieza a cuestionar la estrategia de su ejército.

En el último episodio, conoceremos los relatos de Bob Clewell, cuyo helicóptero acabó bajo un intenso fuego enemigo en una de las últimas operaciones de la guerra, de Joe Galloway que nos narra su vuelta de Vietnam y también de Barry Romom, que arrojó las medallas ganadas en el frente en una protesta en Washington. Las últimas tropas norteamericanas regresan a casa y Anne Purcell espera alguna noticia de su marido capturado en combate. La caída de Saigón trae la unificación a Vietnam.

El ejército alemán se embarcó en la Operación Barbaroja, la invasión de la URSS, con total confianza en su superioridad. El Alto Mando estaba seguro que la victoria vendría tan rápido y fácilmente como en Francia. Al principio las tropas avanzaron rápidamente. Hubo, sin embargo, más bajas por el equipamiento de lo que se anticipó. La fuerza invasora se atascó en Moscú y la retirada fue un severo golpe sicológico para los hombres. Los soldados no estaban bien equipados para temperaturas tan bajas y sus máquinas no podían funcionar bien. La moral se hundió. Hitler ordenó que se mantuvieran firmes.