Nuestro superamigos del mundo animal poseen muchísimos superpoderes ocultos. En el tercer episodio veremos perros que detectan el calor, gatos equipados con un GPS interior, peces que juegan al fútbol. Cuando pensamos que los conocemos, los perros vuelven a sorprendernos. ¿Qué superpoder sensorial han ocultado los perros durante todo este tiempo? Resulta que tienen un sensor térmico en la punta del hocico. En el mundo salvaje, un perro puede usar sus termorreceptores para detectar el calor de una presa y cazarla, aunque sus otros sentidos no funcionen bien. Esto también explica ese don insólito para apropiarse de asientos calentitos.
¿Y si pudiéramos hablar con los animales? Desde que compartimos la vida con nuestras mascotas, no paramos de buscar mejores maneras de comunicarnos. En el estado de Washington, Alexis Devine y su perrita Bunny creen haber encontrado una manera genial de comunicarse. Alexis llegó más lejos que la mayoría, con un sistema de botones para comunicarse cada uno programado con palabras pregrabadas, Tiene 90 botones para poder expresarse, y hasta parece que los combina para hacer frases sencillas. La parlanchina perrita Bunny abre el camino a la comunicación con mascotas. Aunque ya hay una mascota arrasando en cuanto al lenguaje se refiere. Los maestros indiscutibles de la comunicación verbal son los loros domésticos. Los loros dominan el arte de la expresión oral. Hasta han aprendido a engañar a los dispositivos diseñados para reconocer voces humanas.
En los hogares de todo el mundo, las mascotas son el centro de la vida familiar. Comparten nuestras casas pero, ¿hasta qué punto las conocemos? En esta serie, profundizaremos en la vida de nuestras mascotas para descubrir los secretos que se han mantenido ocultos hasta ahora. Desde muestras de comunicación impresionantes hasta condiciones físicas extremas, una inteligencia fuera de lo común y unos sentidos superdesarrollados. Conoceremos mascotas extraordinarias de todo el mundo, cuyos dueños han aprovechado sus habilidades ocultas y las compartiremos con todos. Mediante una tecnología de lo más innovadora, descubriremos lo alucinantes que son sus cerebros y sus cuerpos. En el primer episodio veremos como un border collie aficionado al salto base, una cacatúa bailonga y unas ratas que hacen carreras demuestran que un entorno adecuado puede potenciar la inteligencia animal.
Las plantas que se han desarrollado para prosperar en el desierto, incluidos los cactus que crecen a la sombra de otros árboles y recogen el agua en troncos plisados que se expanden y contraen, también pueden ser huéspedes de otras plantas, como el muérdago del desierto. El programa también revela cómo las plantas de tabaco que comen las orugas son capaces de convocar a los depredadores naturales de las criaturas, y cómo el cardo ruso rueda por el paisaje, y sólo se despliega y crece cuando encuentra lluvia.
Descubriremos las estrategias, los engaños y las hazañas de ingeniería que utilizan las plantas para prosperar en el clima cambiante de las distintas estaciones. Frente a condiciones que van desde el hielo y la nieve hasta los incendios más violentos, la supervivencia para las plantas es a menudo una cuestión de una sincronización perfecta, especialmente cuando se enfrentan a una intensa competencia y a depredadores sorprendentes. En este episodio, David Attenborough viaja a Finlandia para mostrar uno de los ejemplos más extremos de la vida vegetal estacional en el Círculo Polar Ártico. También se desplaza a California para comprobar cómo el cambio climático está afectando a los secuoyas gigantes. Estos árboles milenarios, como el resto de las plantas estacionales, dependen de la previsibilidad de las estaciones y nuestro actual clima cambiante amenaza su supervivencia.
Cuando pensamos que los conocemos, los perros vuelven a sorprendernos. ¿Qué superpoder sensorial han ocultado los perros durante todo este tiempo? Resulta que tienen un sensor térmico en la punta del hocico. En el mundo salvaje, un perro puede usar sus termorreceptores para detectar el calor de una presa y cazarla, aunque sus otros sentidos no funcionen bien. Esto también explica ese don insólito para apropiarse de asientos calentitos.