Somos la generación de seres humanos que van a saber si estamos solos o no en el universo. Este episodio explora la búsqueda de exoplanetas, desde los filósofos de la Grecia antigua, a los descubrimientos hechos posible con el Telescopio Kepler. Nuevos mundos increíbles, planetas hechos de diamante, planetas con lluvia de vidrio, mundos en colisión, algunos hundiéndose en sus soles, y otros que podrían albergar vida. Gracias a los hallazgos de los cazadores de planeta, nuestra visión del universo y del lugar que ocupamos en él está experimentando una de las mayores revoluciones en la historia de la ciencia.
El Ártico y el Antártico experimentan las estaciones más extremas de la Tierra. Cámaras de intervalo trasforman una colonia de pingüinos emperador en un organismo único, revelando las dinámicas de su comportamiento. En el norte, imágenes aéreas únicas muestran un oso polar nadando más de 100km, sumergiéndose una vez más de dos minutos. El exhausto oso ataca a una horda de morsas en un auténtico duelo de titanes.
Las plantas que se han desarrollado para prosperar en el desierto, incluidos los cactus que crecen a la sombra de otros árboles y recogen el agua en troncos plisados que se expanden y contraen, también pueden ser huéspedes de otras plantas, como el muérdago del desierto. El programa también revela cómo las plantas de tabaco que comen las orugas son capaces de convocar a los depredadores naturales de las criaturas, y cómo el cardo ruso rueda por el paisaje, y sólo se despliega y crece cuando encuentra lluvia.
Descubriremos las estrategias, los engaños y las hazañas de ingeniería que utilizan las plantas para prosperar en el clima cambiante de las distintas estaciones. Frente a condiciones que van desde el hielo y la nieve hasta los incendios más violentos, la supervivencia para las plantas es a menudo una cuestión de una sincronización perfecta, especialmente cuando se enfrentan a una intensa competencia y a depredadores sorprendentes. En este episodio, David Attenborough viaja a Finlandia para mostrar uno de los ejemplos más extremos de la vida vegetal estacional en el Círculo Polar Ártico. También se desplaza a California para comprobar cómo el cambio climático está afectando a los secuoyas gigantes. Estos árboles milenarios, como el resto de las plantas estacionales, dependen de la previsibilidad de las estaciones y nuestro actual clima cambiante amenaza su supervivencia.
Las regiones polares de nuestro planeta pueden parecernos inalcanzables. Pero no están lejos de nuestra influencia. Involuntariamente, nosotros estamos cambiando los mundos de hielo. Y estos cambios no solo afectarán a los polos, sino que a todo el planeta. En la implacable frontera del cambio climático, los osos polares, las morsas, las focas y los pingüinos están viendo su gélido Edén en peligro.
Gracias a los hallazgos de los cazadores de planeta, nuestra visión del universo y del lugar que ocupamos en él está experimentando una de las mayores revoluciones en la historia de la ciencia.