En este episodio de La Mesa del Chef, Virgilio Martínez nos mostrará sus sueños de dar a conocer el potencial de la cocina peruana. La pasión de Virgilio Martínez por la cocina nació a partir de una excusa: viajar. Costa, Andes y Amazonía Peruanas son explorados, aprovechados, recolectados, no destruidos ni depredados, son recorridos y son plasmados en pinturas paisajísticas, convertidas en platos que se sirven en su restaurante Central. Martínez empezó a cocinar motivado por su interés: en viajar y comerse el mundo en una época difícil para el Perú, en los años en que su generación no vislumbraba mayores esperanzas. La inquietud de Virgilio por la creación no tiene límites. Se plasma en el contacto que mantiene Virgilio con los guías y agricultores locales, la cosmovisión del campo y el respeto por el producto. Martínez no es un cocinero que va a saciar antojos. Al Central hay que ir con el paladar dispuesto y a encontrarse con ecosistemas inexplorados de un país que despierta la creatividad en cada uno de sus rincones.
Nuestro universo parece real. Pero, ¿Podría ser una simulación por ordenador? Los científicos de varios campos están tomandose en serio la posibilidad de que vivamos en un realidad virtual. Quizá el Big Bang fuera justo el momento en el que alguien conectó el universo. Quizá lo que es aparente azar ha sido programado para que suceda. Si alguna civilización avanzada diseñó y programó nuestro universo, ¿Lo llegaríamos a saber? Los científicos están buscando errores en las leyes del universo que pudieran descubrir este código oculto. Se trata de demostrar la Teoría de la Simulación.
Zeitgeist fue creado para inspirar a la gente y que mire al mundo desde una perspectiva más crítica, para hacerle comprender que a menudo las cosas no son lo que parecen. Recoge información de muchas fuentes e intenta demostrar que hay una manipulación por parte de las grandes instituciones, los gobiernos y los poderes económicos. Se tratarán temas como el cristianismo, el 11-S y la Reserva Federal norteamericana.
La inquietud de Virgilio por la creación no tiene límites. Se plasma en el contacto que mantiene Virgilio con los guías y agricultores locales, la cosmovisión del campo y el respeto por el producto. Martínez no es un cocinero que va a saciar antojos. Al Central hay que ir con el paladar dispuesto y a encontrarse con ecosistemas inexplorados de un país que despierta la creatividad en cada uno de sus rincones.