El último episodio examina la frágil interdependencia que existe entre los bosques y la amplia variedad de sus residentes que, entre otro muchos, incluyen el águila calva, los lobos y los tigres siberianos. Más de la mitad de los árboles del mundo, de hoja perenne y hoja caduca, se yerguen en grandes agrupaciones. Para muchos de nosotros, son lugares de misterio y oscuridad. Son fundamentales para nuestro clima y el hogar de incontables especies únicas. El bosque boreal contiene 750 mil millones de árboles, y almacena más del 40 % del carbono del mundo, lo que lo hace un elemento vital en la lucha contra el cambio climático. En el pasado, hemos destruido bosques sin pensarlo. Aun así, los bosques poseen una increíble capacidad de recuperación. Si elegimos entregarle a los bosques el tiempo y espacio que necesitan, podrían volver a envolver la tierra con gran parte de las ricas y variadas comunidades de animales y plantas que tan recientemente hemos robado. Un futuro con más bosques es la clave para la sostenibilidad de nuestro planeta.
Las plantas acuáticas crean algunos de los hábitats más bellos, extraños e importantes de la Tierra. Para sostenerse en los torrentes, algunas plantas utilizan una especie de pegamento. Otras están dotadas de armas feroces para librar titánicas batallas por el espacio. Otras forman esferas perfectas y escapan de los animales enemigos rodando. Donde los nutrientes son escasos, las plantas se convierten en cazadoras de animales, poniendo trampas e incluso capturándolos para asegurar su éxito. En este episodio exploramos con David Attenborough esos mundos acuáticos, desde Croacia hasta Brasil, desde Colombia hasta Tailandia, en lugares donde las flores de colores brillantes sofocan los lagos. En un río mágico de Brasil, el agua burbujea como el champán mientras las plantas crean la propia atmósfera.
Descubriremos las estrategias, los engaños y las hazañas de ingeniería que utilizan las plantas para prosperar en el clima cambiante de las distintas estaciones. Frente a condiciones que van desde el hielo y la nieve hasta los incendios más violentos, la supervivencia para las plantas es a menudo una cuestión de una sincronización perfecta, especialmente cuando se enfrentan a una intensa competencia y a depredadores sorprendentes. En este episodio, David Attenborough viaja a Finlandia para mostrar uno de los ejemplos más extremos de la vida vegetal estacional en el Círculo Polar Ártico. También se desplaza a California para comprobar cómo el cambio climático está afectando a los secuoyas gigantes. Estos árboles milenarios, como el resto de las plantas estacionales, dependen de la previsibilidad de las estaciones y nuestro actual clima cambiante amenaza su supervivencia.
Las plantas que se han desarrollado para prosperar en el desierto, incluidos los cactus que crecen a la sombra de otros árboles y recogen el agua en troncos plisados que se expanden y contraen, también pueden ser huéspedes de otras plantas, como el muérdago del desierto. El programa también revela cómo las plantas de tabaco que comen las orugas son capaces de convocar a los depredadores naturales de las criaturas, y cómo el cardo ruso rueda por el paisaje, y sólo se despliega y crece cuando encuentra lluvia.
Una guía de las plantas que prosperan en entornos dominados por el hombre, incluidos los árboles que crecen a través de los cañones en la India, que se han convertido en puentes vivientes. El programa examina los orígenes de los cultivos y la influencia actual en el mundo de las plantas silvestres, así como los esfuerzos por preservar las especies: Desde francotiradores que disparan balas de pesticidas en helicópteros para ahuyentar a las plantas invasoras, hasta las plantas que se polinizan minuciosamente con un pincel.
Más de la mitad de los árboles del mundo, de hoja perenne y hoja caduca, se yerguen en grandes agrupaciones. Para muchos de nosotros, son lugares de misterio y oscuridad. Son fundamentales para nuestro clima y el hogar de incontables especies únicas. El bosque boreal contiene 750 mil millones de árboles, y almacena más del 40 % del carbono del mundo, lo que lo hace un elemento vital en la lucha contra el cambio climático. En el pasado, hemos destruido bosques sin pensarlo. Aun así, los bosques poseen una increíble capacidad de recuperación. Si elegimos entregarle a los bosques el tiempo y espacio que necesitan, podrían volver a envolver la tierra con gran parte de las ricas y variadas comunidades de animales y plantas que tan recientemente hemos robado. Un futuro con más bosques es la clave para la sostenibilidad de nuestro planeta.