El séptimo episodio se centra en la búsqueda del primer contacto con vida inteligente en la vastedad del cosmos. ¿Estamos los humanos preparado para contactar con otros seres inteligentes? ¿Es nuestra tecnología lo suficientemente sofisticada para detetar las señales de otro mundo? Quienes somos nosotros para buscar inteligencias extraterrestres cuando incluso no podemos reconocer o respetar a los seres conscientes que hay a nuestro alrededor o incluso debajo de nuestros pies. Neil deGrasse Tyson revela la oculta red subterránea que es una colaboración de los cuatros reinos de la vida, y una historia de un verdadero primer contacto entre humanos y seres que se comunican en un lenguaje simbólico y que han mantenido una democracia representativa durante decenas de millones de años.
El mundo imaginado Eden orbita no una estrella, sino dos. La luz de sus estrellas gemelas potencia la fotosíntesis, bombeando más oxígeno en su atmósfera que en la Tierra, permitiendo prospera a la vida. Los herbívoros están en constante alerta porque el bosque es el hogar de predadores perfectamente evolucionados para vivir entre los árboles. En el tercer episodio se tratará también el papel que podrían desempeñar los hongos en los exoplanetas. El ecologista Thomas Crowther nos habla del papel que las redes de micelio juegan en el bosque de Rothiemurchus en Escocia.
Neil deGrasse Tyson revela la oculta red subterránea que es una colaboración de los cuatros reinos de la vida, y una historia de un verdadero primer contacto entre humanos y seres que se comunican en un lenguaje simbólico y que han mantenido una democracia representativa durante decenas de millones de años.