La segunda parte de esta serie empieza con su vuelta a casa tras prestar servicios en el ejército y cómo trató de lidiar con una escena pop en rápido cambio. El panorama es más complicado de lo que incluso un buen conocedor de la vida de Elvis podría comprender. Priscilla Presley, que hizo algunas apariciones en la primera parte, ofrece mucho más en esta. Nos ayuda a entender como su marido fue forzado a participar en películas pésimas como parte de una especie de prisión artística, siendo otra parte de esta prisión la de estar instalado en los hoteles de Las Vegas. El hombre que había creado tan cuidadosamente su personaje estaba ahora atrapado en actuar en papeles que le forzaban otros.
En el segundo capítulo, la desastrosa guerra entre rusos y japoneses provoca mucho descontento, hasta llegar a una insurrección civil. El príncipe Alexei es diagnosticado de hemofilia. La desesperación de la Zarina ante las pocas esperanzas de curación le hace buscar la ayuda del místico siberiano Rasputín.
Los Romanov llevan una vida de lujos mientras las fuerzas del zar reprimen violentamente las protestas de un pueblo que vive con privaciones. Rasputín goza cada vez de más influencia, sin importar los rumores y los escándalos. Mucha gente piensa que el primer ministro Peter Stolypin como reformador en jefe es la última esperanza de la dinastía Romanov. Él está horrorizado por la creciente influencia de Rasputín. La lucha entre ambos es una batalla por influir en Nicolás II. Pero Stolypin es asesinado por un disparo en la ópera de Kiev en 1911.
El fracaso de las reformas y el incremento de la agitación política provocan que la posición del zar Nicolás II sea más precaria. En 1914, Rusia entra en la Primera Guerra Mundial en defensa de sus aliados en Serbia. La impopularidad preexistente del régimen se agrava por los crecientes costes bélicos y los rumores de corrupción. Los reveses de la guerra hacen que Nicolás II marche al frente. En Rusia, la indignación aumenta por el número de víctimas y las intrigas políticas de Alexandra Romanov y Rasputín.
Rasputín es asesinado, y Nicolás II sigue con sus catastróficas políticas en la guerra y en el país. Cuando Nicolás vuelve al frente, está de hecho abandonando el control del Gobierno, exactamente cuando Rusia más necesitaba que su Zar la mantuviera unida. En ese momento, la guerra era muy impopular. Era la causa de la escasez y el origen de una profunda crisis social. La oposición a la contienda y las incontables privaciones empujan al pueblo a levantarse y a la revolución.
El panorama es más complicado de lo que incluso un buen conocedor de la vida de Elvis podría comprender. Priscilla Presley, que hizo algunas apariciones en la primera parte, ofrece mucho más en esta. Nos ayuda a entender como su marido fue forzado a participar en películas pésimas como parte de una especie de prisión artística, siendo otra parte de esta prisión la de estar instalado en los hoteles de Las Vegas. El hombre que había creado tan cuidadosamente su personaje estaba ahora atrapado en actuar en papeles que le forzaban otros.