El centro de nuestra galaxia alberga un monstruo invisible de un poder inimaginable: un agujero negro supermasivo llamado estrella Sagitario A, con cuatro millones de veces la masa del Sol. Recientes avances astronómicos han confirmado no solo la existencia de agujeros negros como la estrella Sagitario A, sino que estos extraños objetos invisibles pueden ser los protagonistas galácticos definitivos. Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro. En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.
Sin habernos percatado, nuestra vida moderna ha sido invadida. Los algoritmos controlan todo, desde los motores de búsquedas en internet a los satélites artificiales y la seguridad de las tarjetas de crédito. Incluso nos ayudan a navegar por el mundo, a encontrar el amor e incluso salvan vidas. El Profesor Marcus du Sautoy desmitifica el mundo de los algoritmos, mostrándonos algunos de los más esenciales para nuestras vidas. Nos revelará de donde vienen estos solucionadores de problemas de hace 2.000 años, como funcionan, que han conseguido y porqué son ahora tan avanzados que incluso pueden programarse a sí mismos.
La más usada y menos conocida de las drogas. ¿Puede el Cannabis causar esquizofrenia? ¿Es adictiva? ¿Te conduce a consumir drogas más duras? ¿O es simplemente una hierba natural, una medicina devaluada? El especialista Dr John Marsden nos descubre que la ciencia moderna esta finalmente empezando a encontrar respuestas a estas cuestiones y lo que realmente produce en nuestro cerebro. Conoceremos personas a las que esta droga les ha cambiado drásticamente la vida, bien les ha trastornado o bien les ha reanimado.
Con un poco de imaginación, ¿podrían unos pocos terroristas sabotear una nación poderosa? ¿Quizás incluso doblegar nuestra moderna civilización? La estabilidad de Norteamérica, Europa, China o cualquier potencia global depende de la comunicación digital de alta velocidad. El aumento de la dependencia en los equipos digitales y la interactividad global nos puede estar poniendo en grave peligro. Los científicos de todo el mundo se enfrentan a nuevas amenazas como los troyanos, la adicción destructiva a internet y los biochips malintencionados. Pero ¿Y si la amenaza definitiva es la tecnología en sí misma? ¿Puede ser el final de las superpotencias la toma de consciencia de la propia internet?
Fancisco Pizarro esperaba encontrar grandes riquezas en la tierra del Inca cuando partió en su tercer viaje al nuevo mundo en 1527. Y pidió por el rescate del rey inca una habitación llena de oro y plata. Una historia remarcable de ambición, fe, deshonor y valor.
Las impresionantes imágenes generadas por ordenador nos llevan a presenciar los orígenes ardientes del agujero negro de nuestra galaxia hace 13.600 millones de años, cuando el universo primitivo albergaba enormes estrellas azules que, cuando se quedaron sin combustible, colapsaron bajo su propia enorme masa, aplastandose en un objeto tan pequeño y tan denso que perforó un agujero en la estructura del universo. Durante miles de millones de años, la estrella Sagitario A se dio un festín con el gas y las estrellas cercanas y con fusiones cataclísmicas con otros agujeros negros. Un descubrimiento revolucionario realizado por el telescopio de rayos gamma Fermi de la NASA ha demostrado que nuestro agujero negro tenía el poder de esculpir toda la galaxia, creando vastas burbujas de gas por encima y por debajo de nuestra galaxia e incluso protegiendo sistemas estelares como el nuestro.
En una alucinante conclusión, Brian Cox revela cómo nuestra comprensión moderna de los agujeros negros está desafiando nuestros conceptos de realidad hasta el punto de ruptura. Al tratar de comprender el destino de los objetos que caen en la estrella Sagitario A, los científicos han llegado a una conclusión sorprendente: el espacio y el tiempo, conceptos tan fundamentales para la forma en que experimentamos el mundo que nos rodea, no son tan fundamentales como alguna vez pensamos.