La misteriosa muerte de una joven madre y el posterior secuestro de su hijo reabren un misterio de décadas de antigüedad sobre la verdadera identidad de la mujer y un asesino fugitivo en el centro de todo. Es tarde en la noche en Oklahoma City, en abril de 1990. Unos tipos conducen una camioneta por la carretera. Ven algunos escombros y, al lado, ven un cuerpo. Parece ser una joven mujer rubia y llaman a una ambulancia. La llevan al hospital, y su esposo, Clarence, termina por aparecer. Dice que se llama Tonya Hughes, que es stripper en Tulsa y que tienen un hijo llamado Michael. Él es mucho mayor que ella y parece un tipo raro. Los médicos, al examinarla, ven viejos moretones y viejas heridas. Algo no concuerda. Al final, ella muere. Las chicas con las que Tonya trabajaba quieren encontrar a su familia. Llaman a su madre y le dicen que su hija murió. Y ella dice: '¿De qué hablan? Mi hija murió hace 20 años, sólo tenía 18 meses'. Se dan cuenta de que la persona que enterraron no era Tonya Hughes. Todos se preguntan: ¿Qué pasó?
La serie muestra lo que ocurrió en 1993 en Waco, Texas, cuando David Koresh, el líder de la secta de los Davidianos de la Rama, se enfrentó al gobierno federal en un asedio de 51 días. En el primer episodio, veremos como estalla un primer tiroteo cuando los agentes federales llegan al complejo de la Rama Davidiana con una orden de registro. Más tarde, los negociadores de rehenes intentan sacar a los niños del recinto. David Koresh había llegado a dirigir su secta a través del matrimonio con Rachel Jones (14 años), hija de uno de los dirigentes de la misma y al que arrinconó enseguida, sustituyéndolo en la cima jerárquica. De todas partes llegaban nuevos adeptos ganados por la persuasiva doctrina de un Koresh que había efectuado compras de armas por valor de más de 250.000 dólares, según él para estar preparados llegado el momento del acoso del «Mal» y se dispuso a convertir en un fortín inexpugnable el rancho Monte Carmelo. Las autoridades acusaron a los davidianos de tenencia masiva de armas y de abusos sexuales con los niños que mantenían a su lado. Recibidos a tiros, los agentes contestaron de igual manera, produciéndose entonces un primer balance de cuatro agentes muertos y una decena de sectarios abatidos, entre ellos el propio David Koresh, herido en el costado izquierdo.
Un nuevo vídeo incrementa el pánico a un nivel más alto, obligando al ingenioso grupo de internautas a intensificar su minuciosa investigación. La policía se une a la búsqueda. En los vídeos anteriores sobre la cama había gatos, en este vídeo, era una persona real. ¿Cómo de difícil va a ser localizarlo? ¿Cómo es de peligroso este hombre?
Tras conocerse la identidad y los retorcidos motivos del asesino, el grupo encuentra más pistas clave. Entretanto, la policía inicia una búsqueda a nivel internacional. Surge una cuestión: ¿Éramos cómplices de sus crímenes? ¿Alimentábamos el narcicismo del monstruo hasta el punto que tenía que seguir adelante?
Michelle McNamara habla sobre el caso de homicidio que despertó su interés en el mundo del crimen, el asesinato de una niña de su barrio. Ella quería a esta niña y deseaba que el culpable fuera encontrado y que la historia de las víctimas fuera contada. Veremos también como el violador en serie pasa de atacar a mujeres jóvenes a atacar a parejas.
Es tarde en la noche en Oklahoma City, en abril de 1990. Unos tipos conducen una camioneta por la carretera. Ven algunos escombros y, al lado, ven un cuerpo. Parece ser una joven mujer rubia y llaman a una ambulancia. La llevan al hospital, y su esposo, Clarence, termina por aparecer. Dice que se llama Tonya Hughes, que es stripper en Tulsa y que tienen un hijo llamado Michael. Él es mucho mayor que ella y parece un tipo raro. Los médicos, al examinarla, ven viejos moretones y viejas heridas. Algo no concuerda. Al final, ella muere. Las chicas con las que Tonya trabajaba quieren encontrar a su familia. Llaman a su madre y le dicen que su hija murió. Y ella dice: '¿De qué hablan? Mi hija murió hace 20 años, sólo tenía 18 meses'. Se dan cuenta de que la persona que enterraron no era Tonya Hughes. Todos se preguntan: ¿Qué pasó?