Veremos en primicia los momentos dramáticos de la Segunda Guerra Mundial que fueron capturados en 3D y almacenados en archivos secretos. Esta deslumbrante colección en color comprende tanto fotos estereográficas de los aliados como videos tomados por los alemanes y crea una imagen completamente inmersiva del conflicto más sangriento de la historia.

La Carrera Espacial es un docu-drama que relata la rivalidad espacial entre soviéticos y norteamericanos. Se centra en Sergei Korolev, el diseñador jefe de los soviéticos y Wernher von Braun, su homólogo norteamericano entre 1944-1949. Éste último trabajaba en las V-2 para los Nazis en la segunda guerra mundial y se rindió a las tropas norteamericanas trasladándose a ese país. Sergei Korolev fue liberado del Gulag y empezó a trabajar en los cohetes soviéticos, primero intentando copiar las V-2 y luego desarrollando un cohete más eficiente.

¿Fue el sacrificio de una generación entera algo inevitable o necesario? ¿Se pueden encontrar las raices de la Segunda Guerra Mundial en la devastación de la Primera Guerra mundial? Investigando en 300 horas de material de archivo, nos sumergiremos en las vidas de los civiles y soldados anónimos o conocidos de todo el mundo que lucharon para sobrevivir en este período de la historia humana sin precedentes, tan heroico como bárbaro. El 28 de Junio de 1914, el asesinato de un oscuro archiduque austríaco en Sarajevo desencadenó el conflicto más desastroso que el mundo había conocido. Alemania invade Bélgica y en Septiembre llega a las puertas de Paris.

Pintada hace cinco siglos, la natividad de Filippo Lippi es única: El nacimiento de Cristo en una oscura y arbolada naturaleza sin ningún otro personaje que su madre. Su belleza inspiró a Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Botticelli. Pero también tiene una historia interesantísima. Fue pintada para Cósimo de Medici, un rico banquero que temía que su dinero le iba a llevar directo al infierno. La vida del artista era igualmente sorprendente". Uno de los más famosos pintores de su época, Filippo Lippi era también un monje carmelita al que no le eran extrañas las tentaciones de la carne, a las que sucumbía con frecuencia. Poco después de pintar su Adoración, causó una conmoción al seducir a una monja de 20 años en la que se inspiraba para pintar. El cuadro fué requisado como el botín de un barco por Napoleón, luego fue escondido por los nazis en una mina, con la que se toparon oficiales americanos conocidos como the Monuments Men. Se les ordenó que la embarcaran hacia EEUU pero se negaron. Es el único caso conocido en toda la Segunda Guerra Mundial en que unos oficiales americanos se negaron a obedecer una orden. Finalmente, fue enviada a la National Gallery of Art de Washington, pero en 1949 la Adoración de Lippi volvió a Alemania.

El papel de Japón en la Segunda Guerra Mundial adquiere una perspectiva enteramente nueva con documentos visuales recuperados recientemente. La historia del militarismo en Japón se cuenta desde el testimonio personal de los propios japoneses, desde las primeras victorias a la devastadora derrota.