El Chicago Tribune, a finales de junio del 42, informa del asesinato masivo de judíos. Como muchos otros periódicos, el Tribune lo pone en la página 6 o 7 en un pequeño y diminuto artículo. O te lo pierdes, o si lo viste, dirías que los editores no creían que esto era verdad. Si pensaran que es verdad, estaría en las primeras páginas. Sólo algunos periódicos pusieron la historia en primera plana, incluido el Pittsburgh Courier. La idea dominante en el gobierno estadounidense es que cualquier acto de rescate será una desviación del esfuerzo bélico. Ambas cosas podrían haberse hecho al mismo tiempo. A pesar de eso, un grupo de funcionarios del gobierno apoya y financia las operaciones de rescate. Los soldados aliados comienzan a liberar campos de concentración y a encontrar fosas comunes. La opinión pública se da cuenta de la magnitud del Holocausto.
La curiosidad por el hombre que se autodenomina mesías convierte a Waco en el centro de un circo mediático. Los equipos de negociación y rescate del FBI discuten sobre el uso o no de la fuerza. El equipo negociador establece contacto con Koresh dentro del recinto. La comunicación durante los 51 días siguientes incluyó intercambios telefónicos con varios negociadores del FBI. El propio Koresh había resultado gravemente herido por un disparo. A medida que el enfrentamiento continuaba, él y sus colaboradores más cercanos negociaban retrasos para poder redactar los documentos religiosos que, según él, necesitaba completar antes de su rendición. Las conversaciones de Koresh con los negociadores eran tensas y también incluían temas bíblicos. Los negociadores del FBI trataron la situación como una crisis de rehenes.
La idea dominante en el gobierno estadounidense es que cualquier acto de rescate será una desviación del esfuerzo bélico. Ambas cosas podrían haberse hecho al mismo tiempo. A pesar de eso, un grupo de funcionarios del gobierno apoya y financia las operaciones de rescate. Los soldados aliados comienzan a liberar campos de concentración y a encontrar fosas comunes. La opinión pública se da cuenta de la magnitud del Holocausto.