Esta premiada serie revela las fascinantes historias detrás de famosas obras de arte. Las obras estudiadas son tan familiares como misteriosas. Detrás de cada una de ellas hay relatos con revoluciones, guerra, choques de egos, escándalos sociales, disputas financieras y violencia. Un Domingo por la tarde en la Isla de La Grande Jatte es una obra maestra y a la vez un enigma. Parece una tranquila escena en un parque de París, pero hay pistas escondidas si sabes donde mirar. El aspecto más destacable de este cuadro es la técnica de Seurat con su revolucionario puntillismo.
La osada Crucifixión de Salvador Dali es a menudo citada como la pintura religiosa más excelsa del siglo XX, aunque el autor era un notorio blasfemo y algunas de sus obras irritaron mucho a la Iglesia católica. El Cristo de San Juan de la Cruz fue pintado a principio de los 50, y está inspirado en un sueño cósmico que Dalí dijo haber tenido, en el que en el núcleo del átomo estaba Cristo mismo. Se basa en un pintura de un fraile español del siglo XVI, con un cristo modelado de un culturista de Hollywood. De acuerdo a muchos estudiosos, es una obra maestra de la técnica pictórica y usa una perspectiva artística inusual, siendo Jesús visto desde arriba.
La historia de los intentos de un galerista de arte para salvar una pintura de Banksy de la destrucción. Retratando a uno de los mejores artistas urbanos, el documental plantea la cuestión de que puedes hacer si posees un pintura de un millón de dólares que el artista no quiere que se venda.
Cada día de nuestras vidas, somos bombardeados por miles de imágenes diferentes. Imágenes que nos afectan de incontables maneras distintas. Pero de todas ellas, hay un tipo particular de imagen que tiene un poder hipnótico único. Porque al mismo tiempo que nos aterroriza, de algún modo también nos reconforta. Y aunque puede manipularnos, también nos tranquiliza. Es la imagen de la muerte.
El doctor Nigel Spivey explora cómo el arte influye en la vida trazando el desarrollo de la imagen desde las pinturas rupestres a nuestra moderna obsesión con las imágenes. Empieza su investigación viajando a la Cueva de Altamira, cerca de Santillana del Mar en España, donde en 1979 una niña fue la primera persona moderna que puso sus ojos en una galería de arte rupestre prehistórico.
Un Domingo por la tarde en la Isla de La Grande Jatte es una obra maestra y a la vez un enigma. Parece una tranquila escena en un parque de París, pero hay pistas escondidas si sabes donde mirar. El aspecto más destacable de este cuadro es la técnica de Seurat con su revolucionario puntillismo.